Primer historia inaugural del blog, espero la disfruten
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Aquí me encuentro, tendido en el suelo, sobre un improvisado colchón y almohada. Junto a mí se encuentran mis amigos caídos. Ni uno se ha salvado. Sólo yo no he cedido ante el mortal avance. Sin embargo, poco tiempo me queda. Los desgarradores e incesantes aullidos son la señal de que los he perdido.
Pensar que todo comenzó de forma tan simple y sencilla. Ahora, ya en un infierno se ha convertido.
Ya iban dos, las primeras víctimas. Entonces los molestos ruidos empezron a surgir de una nueva fuente. Estábamos diezmados. Sólo dos nos encontrábamos aún en pie y a salvo. El quejido intermitente del último en caer nos daba esperanzas, no estábamos tan solos como creíamos.
Sin embargo lentamente, nuestros ojos y mentes se cansaron. Como los bomberos que intentan mantenerse siempre alerta, hablamos y bromeamos entre nosotros, pasando el rato e ideando un plan, esperando no sufrir el mismo destino de nuestros compañeros.
Entonces comenzamos a perder fuerzas. Él primero. Cayó rendido en el frío suelo. Lo único que me impide desfallecer a su lado es contar esta historia. Sin embargo, en este momento, todo empieza a nublarse. Sé que en poco tiempo me uniré a ellos. En tan sólo segundos, habré sucumbido también. En tan sólo segundos, también roncaré.
